Aromanoctis Roll On Sueño Forte
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¿Para qué sirve Aromanoctis Roll On Sueño Forte?
El roll-on Sueño de Aromanoctis de pranarom ayuda a conciliar el sueño y calma en caso de despertares nocturnos que sean causados por estres o ansiedad. Este práctico mini roll-on se lleva a todas partes, convirtiéndose en el compañero indispensable de tus noches, tanto en casa como de viaje.
Hacer inhalaciones conscientes y profundas antes de acostarnos y en caso de despertarnos durante la noche.
No utilizar en niños menores de 6 años ni durante el primer trimestre del embarazo.
Evitar el contacto con los ojos y las mucosas. No aplicar sobre piel dañada.
No usar en caso de alergia a alguno de los componentes o en personas con antecedentes de trastornos convulsivos o epilépticos.
Para las personas en tratamiento médico, consultar con un médico antes de utilizar. Mantener alejado de toda fuente de calor y luz.
Mantener fuera del alcance de los niños.
Uso Externo.
¿Cómo aplicar Aromanoctis Roll On Sueño Forte?
Aplicar en el interior de las muñecas y respirar profundamente acercando las muñecas a la nariz. Es importante hacer inhalaciones profundas y conscientes.
Realizar 5 respiraciones profundas. Aconsejado por la noche al acostarse o en caso de despertares nocturnos.
¿Qué ingredientes lleva Aromanoctis Roll On Sueño Forte?
Simmondsia chinensis seed oil* (Jojoba), Coconut alkanes; Lavandula angustifolia oil* (Lavanda), Origanum majorana flower oil* (Mejorana), Coco-Caprylate/Caprate, Anthemis nobilis flower oil* (Manzanilla romana), Citrus aurantium leaf oil* (Naranjo amargo), Tocopherol, linalool**, limonene**, geraniol**, citronellol**,citral**.
Consejos para relajarse y calmar el estrés
Es un cómodo formato roll-on para hacer inhalaciones antes de dormir o en caso de despertares nocturnos. Nos ayuda a relajarnos y a calmar el estrés o ansiedad que nos quita el sueño.
Para un efecto más potente usar las cápsulas sueño de aromanoctis de pranarom.
Es importante mantener unos buenos hábitos para que no se altere nuestro ritmo circadiano:
• Mantener un horario de sueño organizado (regularizar la hora de sueño y vigilia). Crear una rutina antes de acostarse: acciones como lavarse los dientes, poner el despertador, bajar las persianas, apagar la luz... puede ayudar.
• Mantener la habitación en condiciones óptimas para dormir, con un ambiente tranquilo y relajado sin exceso de luz, con una temperatura adecuada (una habitación demasiado fría o demasiado caliente impide la normal conciliación del sueño). Usar una cama confortable, abrigada pero ligera, y un pijama adecuado. Disponer de un buen somier y colchón. Una buena cama debe sostener el cuerpo sin dejar que se hunda. La comodidad de la cama es imprescindible para la buena conciliación del sueño.
• Intentar durante el día estar activo y alegre para poder descansar a la noche.
• Hacer actividades relajantes antes de ir a dormir, como leer, meditar, ejercicios de relajación o respiración, escuchar música suave, un baño caliente de menos de 15 minutos..
• Usar un difusor en la habitación con aceites esenciales relajantes.
• Si es posible, orientar el cabezal de la cama al Norte y los pies al Sur (en muchas personas el magnetismo gravitatorio de la tierra influye en las fases del sueño).
• Hacer cenas ligeras para que la digestión sea lo más fácil posible y no interfiera en el sueño. Añadir hidratos de carbono no refinados, que favorecerán la sedación y la entrada en el cerebro de nutrientes como el triptófano (Aminoácido precursor de la serotonina), que son necesarios para dormir. Fuentes de triptófano son el plátano, el atún, el pollo, quesos, huevo y frutos secos. Tampoco conviene ir a dormir con sensación de hambre.
• Evitar los estimulantes. El alcohol facilita la conciliación del sueño, pero produce un sueño no reparador y un despertar precoz. El tabaco, el café, el té y otras sustancias estimulantes pueden producir o agravar el insomnio. Preferir las infusiones relajantes, a las que se puede añadir miel sueño.
• Limitar las siestas durante el día a un máximo de media hora. Las siestas largas dificultan el sueño nocturno.
• Limitar la ingestión de líquidos antes de irse a la cama y orinar antes de acostarse.
• Dormir sólo lo necesario para sentirse descansado y despejado al día siguiente. Evitar permanecer en la cama más de 8 horas.
• Utilizar la cama para dormir, no para trabajar, comer o ver la televisión.
• Evitar ir a la cama sin sueño, lo mejor es ir a la cama somnoliento. Si no, es posible realizar técnicas relajantes. Preocuparse sobre si se va a poder dormir o no puede empeorar el insomnio, escriba en un diario los problemas que le preocupan y le impiden dormir, así su mente estará más relajada y lista para dormir. Si después de media hora en la cama se sigue despierto, es mejor levantarse y realizar alguna actividad relajante y no volver a la cama hasta tener sensación de sueño. Repetir esta operación tantas veces como sea necesario.
• Evitar realizar actividades estresantes en las horas previas a acostarse.
• No obsesionarse o dramatizar una noche de insomnio, levantarse a la hora prevista aunque no se haya dormido bien, probablemente se trate de una situación pasajera.
• Aislar, en lo posible, la habitación de ruidos exteriores.
• En el caso de que las patas de la cama o el somier sean metálicos, deben evitarse las cargas de electricidad estática puesto que son excitantes. Para ello basta con poner una alfombra o moqueta.
Ander Ostolaiz Txoperena (Farmacéutico Colegiado:2248)