Como tratar una contractura muscular
El frío, el estrés, un gesto involuntario o un sobre esfuerzo suelen estar detrás de los dolores musculares. El tratamiento de una contractura muscular puede ser sencillo, pero, como decimos en Olaiz, además de paliar el dolor debemos entender las causas y trabajar para no volver a padecerlo.
Cuando se dice que se sufre una contractura muscular se habla de una contracción de músculo o alguna de sus fibras de forma continuada e involuntaria, haciendo que el músculo esté en constante tensión y que la zona del músculo se hinche y endurezca. En principio, es una lesión que, aunque molesta apenas tiene gravedad, pero que, como todo, puede ir a peor si no la tratamos correctamente.
Causas de las contracturas
Aunque la mayoría de las personas achacan las contracturas musculares a la práctica deportiva, pueden ser muy variadas las causas que pueden producirlas:
- La práctica de deporte: la exposición al frío, sin calentar antes, o la realización de un sobreesfuerzo durante mucho tiempo y sin descanso son 2 claros aliados de las contracturas.
- Una posición inadecuada del cuerpo durante mucho tiempo o el sedentarismo son otras posibles causas.
- Un gesto involuntario que puede ser desde un simple estornudo a una caída.
- El agua, el magnesio, la vitamina k o la glucosa son elementos que ayudan a un correcto funcionamiento de los músculos del cuerpo. Por lo tanto, la falta de alguno de ellos puede favorecer también las contracturas musculares.
- La falta de elasticidad asociada a las personas de mayor edad. Cuantos más años tengamos estamos más predispuestos a sufrir lesiones o contracturas.
- El estrés emocional hace que se acumule la tensión en nuestro cuerpo, lo que puede empujar a una contractura.
Tratar las contracturas musculares
Si sufrimos una contractura muscular lo primero que deberíamos hacer es procurar aliviar el síntoma, pero acto seguido deberemos buscar un tratamiento completo que cure de raíz el problema.
Para paliar el síntoma o quitar el dolor, los productos naturales más comunes son las cápsulas a base de aceites esenciales que nos ayudan a bajar la inflamación. Estos aceites podrán ir acompañados por sprais o geles que calmarán el dolor.
Entre los productos más efectivos están las Cápsulas Aromalgic Articulaciones de Pranarom que reducen la inflamación, alivian el dolor y ayudan en la recuperación.
Ya para tratar la base del problema lo mejor son los suplementos de colágenos, glucosamina, condroitina, ácido hialurónico y magnesio y los antiinflamatorios naturales:
Cannabiben cápsulas de Mayla Pharma, Magnesio bisglicinato plus de Sura Vitasan o Vitamin B Complex de Solgar pueden ser buenos suplementos.
En cuanto a los antiinflamatorios podemos recurrir a Relief Biosterine Supreme de Prodeco Pharma, Curcufit de 100% Natural o Harpagomed de A.Vogel.
En cuanto a las directrices a seguir para evitar contracturas los pasos son muy sencillos:
- Agacharse y a levantarse sin dañar la espalda.
- Consumir alimentos ricos en magnesio: espinacas, quinoa, almendras, tofu, aguacates, edamame, chocolate negro...
- Consumir productos ricos en vitaminas del grupo B: huevo, legumbres, kéfir, tempeh, tahini, cereales integrales...
- Ante una contractura, aplicar calor con parches de calor, sacos de semillas, bolsas de frío-calor...
En caso de que el problema que no se solucione y no podamos tratar la contractura con productos naturales sería interesante acudir a un fisioterapeuta u osteópata. El masaje aumenta el flujo sanguíneo, relaja el músculo, reduce el dolor y ayuda la recuperación de los tejidos.