TIPOS DE SEQUEDAD OCULAR
Uno de los problemas oculares que vemos en la farmacia más a menudo es la sequedad ocular. Pero también es uno de los problemas que menos se previenen.
Cuando nos piden un colirio para el ojo seco lo más fácil es ir al cajón y sacarle el que suponemos le va a ir bien al paciente. Pero ¿estamos actuando correctamente?
Hemos hablado en otras ocasiones que para tratar bien un problema debemos ir a la causa, además de por supuesto tratar el síntoma. En el caso de la sequedad ocular, debemos tener en cuenta cuál es el tipo de capa que nos está fallando.
La capa lipídica es la capa más externa. Es la que protege al ojo evitando la evaporación de las lágrimas. Esta secreción es la que se secreta a través de las glándulas de Meibomio. Si estas glándulas están obstruidas por patologías como por ejemplo la blefaritis, no podremos evitar que las lágrimas se evaporen fácilmente, padeciendo probablemente una continua sequedad ocular.
Para prevenir esta falta grasa, es importante una buena higiene ocular, y masajear la zona con una toallita estéril templada para evitar obstrucciones en la glándula. Además los complementos con ácidos grasos omega 3 y 7 nos ayudarán a restablecer la capa lipidica y mejorar la calidad de la lágrima.
La capa acuosa es la que nos está hidratando el ojo. Gracias a ella sentimos esa sensación de frescor. El déficit de este tipo de secreciones puede ser debido factores internos ( hormonales, consumo de ciertos medicamentos, cirugías...) o externos, (pantallas de ordenador, factores climatológicos, leyes de contacto...) siendo estos últimos los más habituales. El consumo de complementos con Vitamina A y la ingesta de de agua, nos ayudarán a prevenir este tipo de sequedad ocular. Además los colirios con compuestos con ácido hialuronico, hipromelosas, y polividona (por nombrar algunos), nos ayudarán a mantener el ojo hidratado y sano.
Por último quiero recordar que una alimentación adecuada nos ayudará a prevenir este tipo de patología.