Tipos y causas de la bronquitis
La bronquitis es una inflamación del revestimiento de los bronquios, las vías respiratorias que llevan y traen el oxígeno hasta los pulmones, produciendo tos con mocos además de dificultad para respirar, presión en el pecho e incluso fiebre.
Aunque los síntomas pueden ser parecidos, existen dos tipos de bronquitis:
- Bronquitis aguda: cuando la inflamación de los bronquios es de corta duración y está producida por una infección viral, como puede ser un catarro o la gripe. La duración de este tipo de bronquitis suele ser de pocas semanas, entre 10 y 20 días.
- Bronquitis crónica: inflamación de larga duración o permanente. Suele estar causada por una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y en muchos casos suele ir asociada a fumadores y exfumadores y a personas que expuesta a lugares con un alto nivel de contaminación. Es bastante común que quien padezca de bronquitis crónica, una vez recuperado, sufra episodios recurrentes durante un tiempo
Además de estos dos tipos de bronquitis, también podemos distinguir entre la bronquitis vírica y la bacteriana. Mientras que la bronquitis vírica genera un moco blanco transparente o blanquecino, la bronquitis bacteriana produce un moco de color verdoso o amarillo
Generalmente, en ambos casos, el proceso suele iniciarse con un catarro que se expande hasta los bronquios, produciendo que inflamen y que resulte más costoso que pase el aire. Esto provoca que nuestro cuerpo ponga en marcha su mecanismo de defensa y comienza a generar tos y mucosidad.
En caso de que empecemos a notar los síntomas de una bronquitis es importante que recurramos a un tratamiento natural para cuerarnos. Debemos tener en cuenta que la tos no es más que un mecanismo de defensa de nuestro organismo. Toser ayuda que expulsemos el moco adherido a los bronquios, evitando que aparezcan microorganismos e infecciones más graves y complicadas para nuestra salud.
Causas de la bronquitis
Pueden ser muchas las razones por las que podemos sufrir una bronquitis. Entre las causas más comunes estarían:
- Infecciones de las vías respiratorias, tanto virales como bacterianas.
- Alergias (polen, ácaros de polvo, pelo de gato, fiebre del heno, productos químicos, a alimentos como lactosa, frutos secos…)
- Alimentos liberadores de histamina como los cítricos, el chocolate, los quesos, las conservas de pescado, el tomate…
- Tabaco (puede afectar tanto a fumadores como exfumadores)
- Presencia de hongos y parásitos en nuestro cuerpo.
- Proteínas lácteas
- Proximidad continuada en espacios contaminados (fábricas, vertederos…).
- Virus, bacterias y agentes patógenos.
- Presencia de parásitos.
- Disbiosis intestinal (desequilibrio constante de la flora intestinal).
- Estrés (por bloqueo, laboral, familiar…).
- Agotamiento, ansiedad, fatiga, falta de sueño.
- Malos hábitos respiratorios.
- Reflujo gastroesofágico (ardor en el pecho o acidez).
Como podéis ver, son muchas las posibles causas de una bronquitis. Para evitarlo es importante, entre otros aspectos, cuidar nuestra alimentación con una dieta alcalina y antiinflamantoria, hacer ejercicio, evitar situaciones estrés, lugares con alta contaminación y limpiar bien las fosas nasales.