La cetirizina es un antihistamínico de uso sistémico. Pertenece a la familia piperazinas.
Es un antialérgico, antagonista histaminérgico (h-1).
Bloquea de forma competitiva y reversible a los receptores H1, disminuyendo los efectos sistémicos de la histamina.
Da lugar a una vasoconstricción y disminución de la permeabilidad vascular y así se disminuye el enrojecimiento y el edema que suele crear la alergia, también ayuda a otros síntomas alérgicos como el enrojecimiento ocular o congestión nasal.
Está indicado para el tratamiento de la alergia:
Tratamiento sintomático y temporal de procesos alérgicos producidos por polen de las plantas, animales doméstico, polvo y otros agente alergénicos que cursen con rinitis alérgica estacional, rinitis alérgica perenne, conjuntivitis alérgica o urticaria crónica idiopática.
La duración de la alergia depende del tipo y duración de los síntomas.
-Rinitis alérgica: En caso de rinitis alérgica estacional suele ser de 3-6 semanas, pero a veces sirve con una semana.
-Urticaria crónica: Para urticaria crónica y rinitis alérgica crónica se puede usar hasta un año. En pacientes con insuficiencia renal se puede disminuir el aclaramiento de la cetirizina, con la consiguiente acumulación del fármaco. En estos casos se recomienda usar una dosis menor y en casos más graves evitar su uso.
-Población anciana: En los pacientes ancianos se ha observado una disminución del aclaramiento del 40%, debido probablemente a la disminución fisiológica de la funcionalidad renal. Existe un riesgo de toxicidad, por lo que puede ser necesario realizar un reajuste posológico en función del valor del aclaramiento de creatinina. Además, los ancianos son más sensibles a la mayoría de efectos secundarios que puede traer los antihistamínico tales como:
La cetirizina se suele tomar por la mañana. Pero, si el paciente padece de vértigos es mejor tomarla por la noche. Además, puede crear somnolencia diurna y si esto sucede es mejor fraccionar la dosis y tomarse la mitad por la mañana y la mitad por la noche.
-Niños de 6 a 12 años: 5 mg dos veces al día (medio comprimido dos veces al día).
-Adultos y adolescentes mayores de 12 años: 10 mg una vez al día (1 comprimido).
Potencian el efecto sedante del alcohol. Debe evitarse consumir alcohol cuando se consumen antihistamínicos. Además, pueden crear fotosensibilidad por lo tanto debe evitarse tomar el sol cuando se utiliza y protegerse bien.
1. Puede producir mareos, vértigos, confusión e hipertensión.
2. Producen somnolencia diurna, aunque en menor medida. Por lo tanto, los estudiante, trabajadores y conductores deben tener cuidado y no es recomendable para ellos.
3. Puede interaccionar con otros fármacos y aumentar su acción depresora teniendo más riesgo de producir sedación. Por eso, deben tener especial cuidado los pacientes poli medicados y evitar el consumo del alcohol junto con la cetirizina.
4. Los antihistamínicos se han asociado paradójicamente con reacciones de hiperexcitabilidad, por lo que pueden disminuir el umbral de convulsiones. Deben tener especial cuidado la gente con epilepsia.
5. Fotosensibilidad: Evitar la exposición al sol. En el caso que haya exposición solar es muy importante aplicar crema solar cada dos horas y tomar también protección solar oral.
6. Debilitan nuestro sistema inmune ( suprimen la liberación de histamina). Por ello, existirá una posibilidad mayor de ponerse enfermo y coger un virus, la duración de síntomas será más larga y se tendrá menos capacidad de curarse y hacerle frente al virus.
7. Sobrecarga hepática. La histamina es un metabolito hepático. Además los antihistamínicos se metabolizan en el hígado y lo van cargando.
8. Puede crear sequedad de boca y de mucosas en general.
Los antihistamínicos son un tratamiento sintomático y temporal de procesos alérgicos producidos por:
Los antihistamínicos disminuyen los síntomas de rinitis alérgica estacional, rinitis alérgica perenne, conjuntivitis alérgica o urticaria crónica idiopática y haciéndonos sentir mejor físicamente.
Pero, la toma de antihistamínicos puede traer diferentes efectos secundarios: Desde una somnolencia diurna que puede evitarnos cursar bien el día a día (sobre todo, a estudiantes, trabajadores o conductores), hasta una debilitamiento del sistema inmune y lo que esto conlleva (más facilidad de ponerse enfermo y coger un virus, mayor duración de síntomas, menor capacidad de curarse y hacerle frente al virus…). Además, los antihistamínicos nos van cargando el hígado y a largo plazo esto puede crear más riesgo de padecer más brotes alérgicos.
Por todo esto, podemos intentar tratar estos síntomas con suplementos más naturales evitando la sedación, la bajada de defensas y otros síntomas que traen los antihistamínicos. Podemos empezar recomendando un tratamiento específico para cada síntoma alérgico:
1. Picor de ojos y ojos lloroso: Siempre limpiar muy bien los ojos con suero fisiológico y después aplicar colirios como: Oculoheel o euphralia.
2. Congestión nariz, rinitis: Limpiar con agua de quinton para eliminar alérgenos, y después existen varias opciones: spray de pranarom, nasal free... Todos ellos nos ayudaran a abrir los conductos nasales y ayudarnos a respirar mejor.
4. Picor de garganta: Patillas para chupar y calmar el dolor: caramelos con propóleo…
5. Aceites esenciales. Además, también existen capsulas de aromaterapia con diferentes aceites esenciales que nos ayudan a calmar todos los síntomas habituales de la alergia: cápsulas antialérgicas de pranarom.
Lo ideal es complementar lo recomendado anteriormente con estas cápsulas. Las cápsulas están compuestas por aceites esenciales quimiotipados como la Hierba lombriguera, Manzanilla alemana, Manzanilla Romana y Pimienta negra, las cuales son conocidos por sus propiedades antialérgicas. Se puede utilizar bien como preventivo (por sus capacidad de limpiar el hígado) y también como tratamiento agudo.
6. Limpieza hepática. Con todo esto solo estaríamos tratando los síntomas de la alergia de una manera más natural y menos maligna. Pero, es importante hacer una limpieza hepática.
La alergia depende de dos factores: externos e internos. Los factores externos son: la exposición que tenemos al alérgeno ese año, el nivel de polen ese año, la posibilidad que tengamos o no de exponernos a alérgeno… Los factores internos dependen de uno mismo.
Es cierto, por lo tanto, que no podemos evitar la alergia del todo si no conseguimos no exponernos al alérgeno, pero nuestro cuerpo puede estar más o menos preparado. Es muy importante tener el hígado en plena forma ya que la histamina es un metabolito hepático. Además los antihistamínicos se metabolizan en el hígado y lo van cargando. Por lo tanto, una detoxificación hepática nos ayudará a: reducir los síntomas y la duración de éstos y a tener menos brotes alérgicos (evitando así la toma crónica de antihistamínicos y los efectos secundarios que éstos conllevan). Existen diferente complemento para la limpieza hepática, pero en la farmacia Olaizola recomendamos los siguientes:
7. La toma de antihistamínicos puede crear sequedad de boca y de mucosas en general.
La boca seca puede tener varios riesgos: aumento de riesgo de caries, boqueras... El agua nos humedece la boca, pero no nos hidrata. Existen chicles, enjuagues, spray y pastas de dientes a base de ácido málico y xylitol, que estimulan la producción natural de saliva (XEROS)
La alergia depende de dos factores: externos e internos.
Los factores externos son la exposición que tenemos al alérgeno ese año: el nivel de polen ese año, la posibilidad que tengamos o no de exponernos a alérgeno… Los factores internos dependen de uno mismo. Es cierto, por lo tanto, que no podemos evitar la alergia del todo si no conseguimos no exponernos al alérgeno, pero nuestro cuerpo puede estar más o menos preparado. Por eso debemos tener un hígado en plena forma.
Para conseguir un hígado sano, competente, activo y que funcione bien es importante cuidar el hígado con suplementos dietéticos. La naturaleza me da alimentos que nos ayudan a las funciones hepáticas.
En general los alimentos ricos en azufre y verduras amargas son recomendables:
Debemos tener cuidado con el alcohol porque se absorbe 100% por el hígado. Esto daña el hígado y no nos deja tener un hígado sano y competente. Además la toma de antihistamínicos con el alcohol puede aumentar el riesgo de sedación, por eso debe evitase. Además debemos evitar las sustancias contaminantes que dañan el hígado: gasolina, humo…