La Furosemida pertenece a un grupo de medicamentos llamados diuréticos. El nombre comercial más conocido es el seguril.
¿Qué es y para qué sirve la furosemida?
Aumenta la cantidad de orina que pasa por los riñones, lo que ayuda a eliminar el exceso de líquidos del cuerpo y favorece la excreción de hasta el 35% del sodio filtrado. La furosemida es un diurético que inhibe el con transporte de sodio, potasio y cloruro, y en menor medida de calcio y magnesio, impidiendo la absorción de dichos electrolitos.
Como siempre la dosis variará dependiendo de la respuesta del paciente al tratamiento, aun así, la dosis de mantenimiento común suele ser de medio a un comprimido de 40mg diarios.
La furosemida está indicada en la siguiente patologías:
1. En la hipertensión de leve a moderada (presión arterial alta). La furosemida muestra una actividad antihipertensiva debido a la reducción de la volemia y al aumento de la eliminación de sodio.
2. Tratamiento del edema (retención de líquidos) causado por alteraciones del corazón, los riñones…
3. Se puede usar para tratar el edema pulmonar (acumulación de líquido en los pulmones)
Tras la administración de la dosis oral de furosemida se logra una biodisponibilidad del 60-64%. Los efectos aparecen rápidamente y son máximos a los 20-60min (i-v) y a los 60-120min (v.oral). La furosemida se metaboliza parcialmente en el hígado generando al ácido 4-cloro-5-sulfamoíl-antranílico. La furosemida y su metabolito se eliminan mayoritariamente con la orina en 24 horas. El resto de la furosemida se elimina a través de mecanismos no renales, incluyendo degradación hepática y excreción biliar de furosemida y del derivado antranílico. En pacientes con insuficiencia renal o personas mayores con órganos menos funcionales, el aclaramiento no renal de la furosemida puede alcanzar hasta el 98%, dañando así el hígado.
Los efectos secundarios que podría conllevar el uso de la furosemida serían los siguientes:
con depleción de agua y electrolitos, entre otras cosas. Por eso, se aconseja una supervisión médica estricta monitorizando periódicamente la presión arterial y los niveles de sodio, potasio, glucemia, colesterol, triglicéridos, creatinina y ácido úrico y una evaluación periódica de la dosificación.
y disminución de los niveles de electrolitos, especialmente de sodio, potasio y cloruro, y en menor medida de calcio y magnesio. Por eso está contraindicado en personas con desequilibrio electrolítico grave y no corregido:
Nunca debe iniciarse un tratamiento con furosemida sin antes normalizar el posible desequilibrio hidroelectrolítico que presenta el paciente. De igual manera se recomienda controlar periódicamente el posible desequilibrio hidroelectrolítico que presenta el paciente, especialmente si el paciente refiere sed intensa, sequedad de boca, anorexia, debilidad, letargia, somnolencia, agitación, dolores musculares, hipotensión, oliguria, taquicardia, nauseas, vómitos…
La disminución de electrolitos puede crear varios síntomas como: sed, dolor de cabeza, confusión, calambres y aumento de la sensibilidad muscular, debilidad en los músculos, alteraciones del ritmo del corazón y problemas gastrointestinales como sensación de malestar y molestias de estómago con deseos de vomitar o diarrea. Vamos a explicar específicamente los síntomas que traen la hiponatremia, hipopotasemia, hipomagnesemia y hipocalcemia.
El potasio es muy importante dentro de la célula. Una pequeña variabilidad en el parámetro del potasio en sangre supone una gran variabilidad en la cantidad potasio intracelular. Por eso, debemos estar atentos a una bajada mínima como la de un decimal en la analítica del potasio. Los síntomas pueden ser los siguientes:
Debemos tener especial cuidado en la toma de furosemida en situaciones en la que la hipopotasemia puede darse con más facilidad o verse agravada: golpes de calor, fiebre, diarreas, gente que suda mucho, vómitos frecuentes…
- Calambre en los músculos de la pantorrilla.
- Pérdida de apetito.
- Languidez.
- Debilidad.
- Mareo.
- Somnolencia.
- Confusión.
- Hipotensión.
- Aumento de la sensibilidad muscular.
- Alteraciones del ritmo del corazón.
- Disminución de la presión arterial, que da como resultado una concentración y reacciones deficientes, mareos, sensación de presión en la cabeza, cefalea, somnolencia, sensación de debilidad, alteraciones visuales, sequedad de boca e incapacidad para mantenerse de pie.
hacia la depleción hidrosalina como pacientes con vómitos o diarrea intensa.
Esto puede traer síntomas como:
4. Puede empeorar la encefalopatía hepática asociada a cirrosis hepática como consecuencia del desequilibrio hidroelectrolítico. Además, en casos aislados puede desarrollar ictericia, o incremento de los valores de transaminasas.
La furosemida podría incrementar los niveles de glucemia, por lo que es recomendable evaluarlos periódicamente.
Incrementan los niveles de lípido plasmático, por lo que podría aumentar el riesgo cardiovascular. También se recomienda periódicamente evaluar los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre.
Es recomendable extremar al precauciones es estos pacientes.
Más raramente eosinofilia, agranulocitosis, anemia aplásica o depresión celular. En caso de depresión celular debe suspenderse el tratamiento.
de naturaleza transitoria, en especial en pacientes tratados en altas dosis o pacientes con insuficiencia renal.
La furosemida es un diurético muy potente que puede crear déficit en diferentes electrolitos como el potasio y el magnesio.
El principal aporte de minerales es siempre mediante el agua de mar como el agua quinton. El agua de quinton que contiene todos los minerales ionizados y por ello una buena absorción de los mismos. Este aporte de minerales es fundamental en situaciones que favorecen el desequilibrio hidrolítico: diarreas crónica, sudores abundantes, vómitos intensos, hipoxia o gente que utilice otros fármacos que también originen hipopotasemia (ventolin)…
El equilibrio sodio potasio es muy importante. Estos son dos minerales esenciales para el funcionamiento de las células. Para empezar, el sodio y el potasio son cationes, es decir, iones con carga positiva cuando se encuentran en solución. El sodio es el catión más abundante en el líquido extracelular y el potasio es el principal dentro de las células. La bomba sodio-potasio es uno de los puntos clave en el mantenimiento de este importante equilibrio. Es una proteína de membrana presente en todas las células de nuestro organismo. Es un transportador de iones. Utiliza energía en forma de ATP para expulsar de la célula tres moléculas de sodio a la vez que introduce dos de potasio. Este sistema permite mantener la concentración intracelular de sodio baja y la de potasio alta manteniendo en un equilibrio sodio-potasio 1:5. Por ello, suele ser importante un aporte de potasio cuando tomamos diuréticos. Un suplemento de potasio siempre debe valorarse con otros profesionales (POTASIO DE SOLGAR) , sino siempre podemos recomendar un pequeño aporte con el agua de quinton. Cuando la furosemida se receta por una hipotensión, a veces va asociado a otros con ahorradores de potasio como enalapril. En estos casos, nunca se debe suplementar con potasio.
El magnesio tiene una absorción diferente dependiendo de la sal en la que esté. El carbonato de magnesio por ejemplo, apenas se absorbe y se utiliza de laxante. Por eso es importante saber bien que magnesio escoger para optimizar la absorción y que un gran porcentaje de magnesio sea absorbido. Los magnesios que mejor se absorben son citrato magnesio (SOLGAR), magnesio bisglicinato (SURAVITASAN) y magnesio quelado (SOLGAR). Evitaríamos los dolores y calambres musculares. El magnesio se puede tomar en más cantidad y no hay que tener tanto cuidado como con el potasio. Solo deberían tomarse aportes más pequeños en el día a día en caso de tener una insuficiencia renal muy grande para evitar la acumulación.
Podemos suplementar el tratamiento con suplementos que están en la naturaleza y que pueden ayudar a los riñones:
- Beber agua de mineralización para favorecer la diuresis
- Infusiones o cápsulas con diferentes plantas diuréticas:
- Ortosifón
- Bellosilla
- Pillosella
- Cola de caballo o equisetum
- Hojas olivo
Además, podemos intentar evitar la toma de furosemida, reducir la dosis o intentar eliminar la toma con varios suplementos naturales.
El hecho de que sean líquidos y se mezclen con agua es un punto a favor porque potencian la función diurética. (ERGYDREN, ERGYLIXIR)
Son cápsulas que contienen espino blanco que ayuda a tranquilizarnos (útil en tensión altas) y también olivo como diurético.
Alguno de estos diuréticos son ahorradores de sodio, pero aun así siempre eliminan algo más de lo que deberías y trastornar el organismo. Por eso, no debemos olvidar de suplementar nuestra dieta con agua de mar como el agua de quinton.
¿Qué estilo de vida debería llevarse para evitar su uso?
1. Es importante saber dónde se encuentra la sal refinada para evitarla (CLORURO SÓDICO)
2. Seguir una dieta sana y evita el sobre preso
3. Consumir sales ricas en potasio y bajas en sodio para conseguir en equilibrio. El color rosa, en general, es indicativo de que son ricas en potasio. La flor de sal es la que se extrae de la parte superior de la salina, es la sal que se queda flotando y suele ser más cotizada y más baja en sodio.
4. Beber agua de mineralización para favorecer la diuresis
5. Hacer ejercicio regularmente
6. Llevar un estilo de vida tranquila intentado evitar el estrés y la ansiedad
7. Aportar alimentos ricos en potasio a la dieta