En farmacia natural Olaiz, encontrarás los mejores medicamentos antigripales de las marcas más conocidas. Los medicamentos antigripales se encuentran en diferentes formatos: medicamentos para la gripe en sobres, pastillas para la gripe, comprimidos antigripales, cápsulas para tratar la gripe o jarabes para tratar los síntomas de la gripe.
Todos estos medicamentos antigripales tratan los síntomas de la gripe pero no van a la base del problema, ni ayudan a nuestro cuerpo a combatir el virus. Contienen en su composición numerosos principios activos que van desde analgésicos y antipiréticos, hasta antitusivos, mucolíticos, antihistamínicos...
Contamos con laboratorios de confianza como: bisolgrip, desenfriol, termalgin gripe, couldina, pharmagrip...
Los medicamentos antigripales se presentan en diferentes formatos: medicamentos antigripales en sobres (Pharmagrip forte), medicamentos antigripales en comprimidos efervescentes (Couldina), medicamentos antigripales en cápsulas (Frenadol)...
Los medicamentos antigripales contienen diferentes componentes:
Los analgésicos y antipiréticos de los antigripales suelen ser el paracetamol, el ibuprofeno o el ácido acetilsalicílico. Todos estos principios activos analgésicos alivian los síntomas de dolor como el dolor de cabeza, muscular...; y además gracias a su acción antipirética reducen los estados febriles.
Se tratan de moléculas antialérgicas que disminuyen la segregación de moco, disminuyendo la congestión tanto nasal como el lagrimeo. Entre las moléculas antihistamínicas más conocidas están la clorfenamina y la doxilamina.
Las moléculas antitusígenas como el dextrometorfano son las encargadas de reducir los síntomas de la tos.
Las moléculas más conocidas son la oximetazolina, xilometazolina, o la imidazolina. Despejan la nariz y las fosas nasales de una manera inmediata, pero con un alto efecto rebote y además generan mucha dependencia.
Los principios activos mucolíticos y expectorantes como la acetilcisteina, actúan disminuyendo la viscosidad de la secreción mucosa bronquial y estimulando los mecanismos de expulsión.
6- Otros
Otros de los componentes que suelen llevar los medicamentos antigripales son la cafeina, la vitamina C, el mentol...
Los medicamentos antigripales son para paliar el síntoma y normalmente se suelen tomar tres veces al día. En el caso de los medicamentos antigripales en sobres o en comprimidos efervescentes, se disuelven en un poco de agua mientras que los antigripales en cápsulas o comprimidos se tragan con la ayuda de un poco de agua.
Los medicamentos antigripales o para la gripe son medicamentos sintomáticos para tratar los síntomas que produce la gripe. Suelen llevar en su composición alrededor de tres o más componentes, entre los que se encuentra algún analgésico (paracetamol, ibuprofeno o ácido acetilsalicílico), normalmente también llevan algún antihistamínico, algún vasoconstricor y luego ya algunos llevan antitusivos, otros mucolíticos...
No sirven contra las bacterias ni matan los virus, lo que hacen es tratar los síntomas.
Existen diferentes formatos de medicamentos para la gripe: sobres, cápsulas, comprimidos efervescentes, jarabes...
Los medicamentos antigripales más conocidos son: Frenadol, Bisolgrip, Pharmagrip, Desenfriol o Couldina
El frenadol existe en formato sobres, cápsulas y comprimidos efervescentes. Todos ellos contienen paracetamol en su composición, como analgésico y antipirético. Este medicamento actúa frente al dolor moderado, la fiebre, la tos seca y los mocos. El riesgo de este tipo de medicamentos es que cortan los mocos y la secreción nasal, impidiendo su eliminación y con el posible riesgo de sinusitis que ellos conlleva.
Couldina existe con analgésicos variados en su composición. Existe una couldina con ácido acetilsalicílico, otro que posee ibuprofeno y otro con paracetamol. Además poseen clorfenamina (antihistamínico) y fenilefrina (descongestivo nasal). Alivian los síntomas del resfriado y la gripe.
Bisolgrip también es otro antigripal con paracetamol en su composición, sólo existe en formato sobres. Comparte composición con termalgin gripe que además también es en formato sobres. Ambos combaten la congestión, y reducen la fiebre, el dolor y el malestar.
Pharmagrip forte también comparte casi la misma composición que los dos anteriores, a diferencia de la dosis de fenilefrina un poquito menor. En este caso pharmagrip existe en formato sobres (pharmagrip forte) y en cápsulas.
Todos estos fármacos van a tratar los síntomas pero no van a ir contra el virus. Poseen además multitud de efectos secundarios entre los que destacamos la sequedad nasal, sequedad bucal, somnolencias, aumento de la presión sanguínea... y además no podemos olvidar que suelen tender a cortar el moco. En resumen, todos estos medicamentos antigripales, poseen un montón de moléculas en su composición con numerosos efectos secundarios. Tener mucha precaución en la gente que tiene tendencia a la sinusitis. Estos medicamentos cortan la salida del moco, parece que te sientes mucho mejor pero en realidad ese moco se ha quedado ahí dentro. Y eso moco dentro retenido, lo único que puede provocar es una futura infección (sinusitis).
Contienen en su composición diferentes moléculas, la mayoría de ellas en común en casi todos los antigripales y otras que sólo las poseen algunos antigripales en concreto.
1- Analgésico: alivian el dolor, creando una falsa sensación de mejoría. Suprimen la alerta del dolor que nos indica que el cuerpo necesita de nuestros cuidados. Paracetamol, ibuprofeno, ácido acetilsalicílico.
2- Antipiréticos: son medicamentos que tratan la fiebre , bajándola. La fiebre es la respuesta inmunológica de nuestro cuerpo para atacar a un patógeno, por lo que al disminuir la fiebre vamos en contra de nuestro propio cuerpo y de su respuesta. Aquí encontramos el paracetamol, el ibuprofeno y el ácido acetilsalicílico. Sólo se recomendaría su toma si la fiebre es muy alta y después de su toma es recomendable realizarse una buena limpieza de hígado para eliminar la toxicidad generada.
3- Antihistamínicos: las moléculas más comunes antialérgicas en los antigripales son la clorfenamina y la doxilamina. Ambas disminuyen la segregación de moco, ayudándonos con la congestión nasal y el lagrimeo. Hay que tener mucho cuidado porque todos estos antihistamínicos nos ayudan a cortar el moco, pero no lo eliminan, con lo que puede quedarse dentro y corremos el riesgo de que se produzca una sinusitis. Además producen muchísima somnolencia con lo que hay que tener cuidado en caso de conducir alguna máquina.
4- Descongestivos nasales: oximetazolina, xilometazolina... Despejan la nariz de una manera casi inmediata, por su efecto vasoconstrictor estimulan el sistema nervioso simpático y vacían de sangre los cornetes para que podamos volver a respirar al eliminar la hinchazón que ocasiona la congestión nasal. Al hacer esto, se rompe el control natural que ejerce el organismo sobre el mecanismo de acción de los cornetes y la permeabilidad nasal. La nariz se acostumbra a los altos niveles de sustancias que proporcionan la vasoconstricción y el organismo genera una tolerancia que hace que no genere tantas de estas sustancias como necesitaría y que sea necesario utilizar el fármaco cada vez más a menudo para conseguir el mismo efecto.
Al cesar el efecto de vasoconstricción originado por estos vasoconstrictores se produce un efecto rebote y la nariz se tapa por completo, lo que requiere en muchos casos volver a usarlo una y otra vez generando ese efecto rebote y esa dependencia. La experiencia nos dice que a partir del segundo o tercer día ya genera dependencia.
5- Antitusígenos: el más común suele ser el dextrometorfano, que reduce los síntomas de la tos. Es un análogo de la codeína que actúa a nivel central produciendo la depresión del centro de la tos. Nunca solemos recomendar cortar la tos ya que la tos es un mecanismo de defensa de nuestro organismo para ayudarnos a eliminar algún patógeno o mucosidad. Al cortarla no vamos a permitir su eliminación.
6- Mucolíticos y expectorantes: los principios activos mucolíticos y expectorantes como la acetilcisteina, actúan disminuyendo la viscosidad de la secreción mucosa bronquial y estimulando los mecanismos de expulsión.
El moco lo genera el cuerpo de manera natural y es una vía para eliminar virus, bacterias y patógenos. La secreción de las vías respiratorias constituye, junto con los cilios, el sistema más importante de protección de la mucosa frente a agentes infecciosos, partículas en suspensión en el aire inspirado, y las variaciones extremas de humedad y temperatura. El moco atrapa las partículas y las depura mediante un proceso coordinado entre los cilios. El moco de por sí es bueno, fluidifica las mucosas. El problema está cuando se acumula y no podemos sacarlo (como unas aguas estancadas), ya que esto supone un foco de infección para que crezcan los patógenos.
7- Otros
Otros de los componentes que suelen llevar los medicamentos antigripales son la cafeina, la vitamina C, el mentol...
En resumen, todos estos medicamentos antigripales poseen un montón de moléculas en su composición con numerosos efectos secundarios. Hay que tener mucha precaución con la gente que tiene tendencia a la sinusitis. Éstos medicamentos te aivian los síntomas, produciendo una falsa sensación de mejoría, pero al cortar la salida del moco, puede provocar una futura infección (sinusitis), al cabo de los días.
La gripe y el resfriado muchas veces se confunden entre gran parte de la población ya que los síntomas que producen pueden ser muy parecidos. Ambas enfermedades afectan a las vías respiratorias, están causadas por un virus y producen congestión nasal y malestar general, pero la gripe suele ser más fuerte y dura más días que el resfriado. Otra de las diferencias es la fiebre ya que en la gripe tiene una duración de más días y además suele ser más alta que en los resfriados. En la gripe solemos encontrar dolor muscular y también dolor de cabeza, síntomas que no suelen estar muy presentes en el resfriado.
Porque lo que queremos es reforzar nuestras defensas para que sean ellas las que acaben con los síntomas. Los medicamentos antigripales sólo van acabar con los síntomas pero no van a luchar contra el virus, que es la base del problema.
Porque los antibióticos son para matar bacterias y no virus. La gripe es un virus, por lo que no mejoran ni los síntomas ni aceleran la curación.
No existe ningún medicamentos químico capaz de destruir un virus.