Estos medicamentos poseen un efecto vasoconstrictor que estimula el sistema nervioso simpático y vacían de sangre los cornetes, ayudándonos a respirar tras eliminar la hinchazón que ocasiona la propia congestión nasal. Su acción es muy rápida y la mejoría es casi instantánea, pero su uso debe ser muy limitado ya que debido a este mecanismo de acción genera mucho efecto rebote y muchísima dependencia.
Los medicamentos descongestionantes nasales suelen presentarse en forma de spray, nebulizador o gotas nasales. Los hay en diferentes tamaños y distinguimos desde aguas de mar o sueros fisiológicos hasta los que contienen medicación en su composición.
Principalmente la mayoría de ellos poseen oximetazolina o algún derivado. La oximetazolina produce una vasoconstricción de los vasos sanguíneos a nivel local y descongestiona la mucosa nasal. Estimula el sistema nervioso simpático y vacía de sangre los cornetes para que podamos volver a respirar al eliminar la hinchazón que ocasiona la congestión nasal. Al hacer esto, se rompe el control natural que ejerce el organismo sobre el mecanismo de acción de los cornetes y la permeabilidad nasal. La nariz se acostumbra a los altos niveles de sustancias que proporcionan la vasoconstricción y el organismo genera una tolerancia que hace que no genere tantas de estas sustancias como necesitaría y que sea necesario utilizar el fármaco cada vez más a menudo para conseguir el mismo efecto. Al cesar el efecto de vasoconstricción originado por estos vasoconstrictores se produce un efecto rebote y la nariz se tapa por completo, lo que requiere en muchos casos volver a usarlo una y otra vez generando ese efecto rebote y esa dependencia. La experiencia nos dice que a partir del segundo o tercer día ya genera dependencia.
Los descongestivos nasales hay que usarlos durante un máximo de 5 días ya que sino provocaríamos ese efecto rebote no deseado. Por ello, debemos aplicarlos dos veces al día durante un máximo de 5 días. Se aplican normalmente una vez en cada orifico y lo más indicado es sonarse los mocos antes de aplicarlos.
Los medicamentos descongestionantes son los que despejan la nariz, quitan la sensación de taponamiento nasal.
La congestión nasal o rinorrea es la secreción acuosa o mucosa por los orificios nasales, también conocida como moqueo. Se puede producir como consecuencia de una rinitis alérgica o por un resfriado o catarro.
Producen una vasoconstricción de los vasos sanguíneos a nivel local y descongestionan la mucosa nasal. Estimulan el sistema nervioso simpático y vacían de sangre los cornetes para que podamos volver a respirar al eliminar la hinchazón que ocasiona la congestión nasal.
Existen descongestivos nasales en formato spray, nebulizador y gotas. También podemos encontrar alguna pomada nasal con aromas que ayuden a despejar la nariz.
Los descongestivos nasales por vía tópica son vasoconstrictores nasales. Las moléculas más conocidas son:
-Oximetazolina: respibien, Nasalvicks , utabon, respir, nebulicina...
-Xilometazolina: rhinovin o frenasal
-Tramazolina: rhinospray
Por su mecanismo de acción consiguen destapar la nariz de una manera muy rápida. La nariz se acostumbra a los altos niveles de sustancias que proporcionan la vasoconstricción y el organismo genera una tolerancia que hace que no genere tantas de estas sustancias como necesitaría y que sea necesario utilizar el fármaco cada vez más a menudo para conseguir el mismo efecto. Al cesar el efecto de vasoconstricción originado por estos vasoconstrictores se produce un efecto rebote y la nariz se tapa por completo, lo que requiere en muchos casos volver a usarlo una y otra vez generando ese efecto rebote y esa dependencia.
Lo primero de todo al sentir la congestión nasal deberemos recurrir a las aguas de mar o sueros fisiológicos que van ayudar a diluir la mucosidad y su posterior salida. Puede ser que no sea suficiente y entonces ya recurriremos a los descongestionantes nasales. Los medicamentos para la congestión nasal son para un uso muy limitado ya que producen un rápido efecto rebote.
Los descongestivos nasales naturales ayudan a reparar la mucosa, a despejarla y no producen los efectos secundarios de los medicamentos.