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Importancia de tener controlada la presión arterial:

Controlar la presión arterial es crucial para mantener una buena salud cardiovascular y prevenir diversas enfermedades:

Prevención de Enfermedades Cardiovasculares: La hipertensión arterial es uno de los principales factores de riesgo para enfermedades del corazón, como ataques cardíacos y enfermedades del corazón.

Reducción del Riesgo de Accidente Cerebrovascular: La presión arterial alta puede dañar los vasos sanguíneos en el cerebro, lo que aumenta el riesgo de un accidente cerebrovascular. 

Protección de los Riñones: La hipertensión puede dañar los vasos sanguíneos en los riñones, lo que puede llevar a insuficiencia renal. 

Prevención de Daños en los Ojos: La hipertensión no controlada puede dañar los pequeños vasos sanguíneos en los ojos, lo que puede llevar a problemas de visión e incluso ceguera. Controlarla protege la vista.

Mejora de la Salud General: Mantener la presión arterial dentro de los rangos normales contribuye a una mejor salud general y a una mayor longevidad. Reduce la carga sobre el corazón y los vasos sanguíneos, promoviendo una vida más activa y saludable.

Prevención de Aneurismas: La hipertensión puede causar el ensanchamiento y debilitamiento de las paredes arteriales, lo que lleva a la formación de aneurismas, que son potencialmente mortales si se rompen.

Calidad de Vida: Controlar la presión arterial puede evitar síntomas como dolores de cabeza, mareos y otros malestares asociados con la hipertensión, mejorando así la calidad de vida.

Para mantener la presión arterial bajo control, se recomienda una combinación de dieta saludable, ejercicio regular, manejo del estrés, reducción del consumo de sal y, cuando sea necesario, medicación bajo supervisión médica. Es importante hacerse chequeos regulares y seguir las recomendaciones de los profesionales de la salud.

Medidas higiénico dietéticas para mantener la tensión arterial:

Ejercicio: Realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana, como caminar, nadar o andar en bicicleta. Es importante hacer ejercicios de fuerza también para mantener la la musculatura corporal en condiciones.

Control del Estrés: Practicar técnicas de relajación como la meditación, el yoga o la respiración profunda o incluso practicar hobbies y actividades lúdicas para disfrutar y reducir el estrés.

Sueño Adecuado: Dormir entre 7 y 9 horas por noche para asegurar un descanso reparador. Es importante mantener unos horarios regulares y un ambiente apropiado en la habitación.

Evitar el Consumo de Tabaco y Alcohol: Eliminar el consumo de tabaco, ya que contribuye a la hipertensión y a problemas cardiovasculares.

Reducir el Consumo de Sal: Limitar la ingesta de sodio lo máximo posible y elegir alimentos frescos, evitando los procesados, que suelen tener alto contenido de sal.

Dieta Rica en Potasio: Consumir alimentos ricos en potasio, como plátanos, naranjas, espinacas, batatas y aguacates, que ayudan a contrarrestar los efectos del sodio.

Mantener un Peso Saludable: Perder peso puede ayudar a reducir la presión arterial. Adoptar hábitos alimenticios saludables y evitar las dietas extremas.

Limitar el Consumo de Grasas Saturadas y Trans: Reducir el consumo de alimentos altos en grasas saturadas y trans, como carnes rojas, productos lácteos y alimentos fritos. Optar por grasas saludables, como las que se encuentran en el aceite de oliva virgen extra, los frutos secos y el pescado.

Evitar el Consumo Excesivo de Azúcar: Limitar los alimentos y bebidas con alto contenido de azúcares añadidos, como refrescos, pasteles y dulces.

Puede ser conveniente medirse la tensión arterial de ve en cuando, para tenerlo controlado, ya que puede haber hipertensión arterial sin presentar ningún síntoma en el cuerpo. Puedes venir a la farmacia a medirte la tensión o puedes medirte tranquilamente en tu casa con un tensiómetro homologado.

Ander Ostolaiz Txoperena (Farmacéutico Colegiado:2248)