Probióticos naturales, unos suplementos con grandes beneficios
Los probióticos naturales son un excelente suplemento para la salud, para combatir patologías intestinales y para mantener nuestra flora intestinal equilibrada. Su consumo nos previene de enfermedades como úlceras, alergias, enfermedades infecciosas…
Existen muchos alimentos que son probióticos, pero si nos resulta complicado añadir esos alimentos a nuestra comida diaria podemos tomar probióticos naturales en pastillas que nos ayudarán a combatir esas enfermedades y a mejorar nuestra salud. Son una manera sencilla de controlar lo que entra en nuestro organismo y también cual va a ser su función dentro de él.
Lo importante es saber cuál es nuestra patología para elegir el mejor producto con el que combatirla:
- Symbiolact de Cobas: unas cápsulas que nos ayudarán a mantener la mucosa intestinal sana. Un buen aliado para el estreñimiento o la diarrea.
- Mico rei extracto de Reishi de Hifas da terra: probiótico con efecto antiinflamatorio que nos protege de la gripe y los resfriados y reduce el estrés gracias a su efecto calmante sobre el sistema nervioso.
- Sibosan de Laves: equilibra las bacterias intestinales reduciendo posibles molestias. Regula el sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado evitando molestias gastrointestinales.
- Symbiotic de GSE: probiótico y prebiótico que colabora en el equilibrio de la flora intestinal e impulsa a la defesa orgánica natural.
- Symbioflor 1 de Cobas: probiótico que ayuda en patologías como el colon irritable pero también la otitis o faringitis.
Para elegir un buen probiótico debemos mirar la etiqueta del producto y ver que bacterias tiene y cuantos organismos hay en cada dosis. Lo conveniente es que el suplemento tenga entre 2 y 10 billones de bacterias activas. Para comprobar su efectividad debemos tomar el suplemento varias semanas, si no vemos los resultados esperados podemos probar con otro.
A la hora de consumirlos, es mejor hacerlo antes o después de una comida, siempre en la cantidad recomendada en el prospecto. De esta forma los alimentos harán el camino para que las bacterias lleguen vivas al intestino donde se podrán multiplicar.
Alimentos probióticos naturales
En cuanto a los alimentos, aunque quizás lo desconozcamos existen muchos que son probióticos naturales, algunos lo conocemos y consumimos desde hace muchos años y otros han entrado en nuestra dieta en los últimos años:
- Chucrut: esta col fermentada que podemos comprar preparada o cocinarla nosotros mismo produce ácido láctico de forma natural lo que nos ayuda a cargarnos de energía.
- Yogur natural: es de sobra conocido su poder probiótico que nos ayuda a tener el intestino sano.
- Kefir: es un purificador de la sangre, la bilis, el hígado y los riñones. Similar al yogur, aunque más líquido es un magnífico postre, almuerzo o merienda.
- Konmbucha: bebida que se ha hecho popular en los últimos años. Fabricado con el fermento de un hogo es refrescante y contiene muchos probióticos naturales con una gran diversidad bacteriana.
- Miso o soja fermentada: regula la presión arterial y digestiva. Si no sabéis como prepararla podéis, simplemente, añadirla a la sopa.
- Kimchi: complemento a la carne, arroz o pescado a base de verduras fermentadas con salsa ácida y picante. Probiótico muy interesante para la flora intestinal.
- Quesos crudos: tales como la mozzarella, el cheddar o el gouda.
- Encurtidos: son probióticos intestinales.
- Pan de masa madre: muchas panaderías venden pan de masa madre, un fermento con solo harina y agua y una fuente de probióticos y prebióticos.
Que diferencias hay entre los prebióticos y los probióticos
Como hemos dicho, el pan de masa madre contiene probióticos, pero también prebióticos. Y ¿qué son los prebióticos? Ambos son 2 suplementos que necesita nuestro organismo para un buen funcionamiento, pero hay diferencias entre sí.
- Los prebióticos tienen mucha fibra para alimentar a las bacterias “buenas” en el intestino, son nutrientes para la microbiota humana.
- Los probióticos son microorganismos vivos, bacterias y hongos que al fermentarlos ayudan al equilibrio de la flora intestinal.
Las diferencias entre ambos hacen que los prebióticos y los probióticos sean, casi siempre, una buena combinación.