Tratamiento natural para quitar la tortícolis
La tortícolis es una contracción muscular prolongada, que afecta a los músculos del cuello y que suele provocar una especie de parálisis, que nos impide mover el cuello de un lado a otro y dolor muscular en la zona y también puede que en la cabeza, los hombros y la espalda. Es una patología muy incómoda ya que nos impide movernos con naturalidad e incluso llevar a cabo algunas rutinas diarias como puede ser atarnos los zapatos o mirar hacia atrás.
La tortícolis es en sí una patología y un síntoma con lo cual es relativamente fácil saber lo que uno tiene cuando uno no puede mover la cabeza de un lado a otro, pero sí de arriba abajo. Pero ¿cuál es su origen? Las causas pueden ser varias, aunque en algunos casos el origen también puede no ser concreto (tortícolis idiopática):
- Patología heredada o tortícolis congénita.
- Problemas en el sistema nervioso o tortícolis distónica.
- Mala postura o movimiento brusco o tortícolis común.
- Estrés o fatiga o tortícolis espasmódica psicógena
Normalmente cuando sufrimos esta patología nos suelen recomendar tomar algún analgésicos y relajantes musculares que nos alivien. En caso de los tratamientos naturales para la tortícolis, los aceites esenciales de Gaulteria y Romero, 100% naturales, nos pueden ser de gran ayuda para la inflamación y el dolor.
El aceite puro de gaulteria es el mejor aliado natural para tratar el dolor muscular o articular. Basta con mezclar 2-3 gotas en un aceite vegetal de árnica o en una pomada analgésica y antinflamatoria y hacer un pequeño masaje en la zona
En cuanto al aceite esencial de Romero Alcanfor, es un analgésico, un descontracturante y relajante muscular natural que produce alivio inmediato cuando se padecen dolores musculares. En este caso, cuando notemos dolor lo podemos aplicar directamente en la zona o sino acompañarlo del aceite vegetal de árnica o una pomada antiinflamatoria. También lo podemos acompañar de las cápsulas de Aromalgic para aumentar el efecto relajante muscular.
Remedios para la tortícolis
No existe manera de prevenir de forma definitiva la tortícolis, aunque una detección rápida es lo mejor para una recuperación rápida y para evitar que empeore. Una vez notemos los primeros síntomas podemos recurrir a una serie de remedios o recomendaciones que podrán sernos de gran ayuda:
- Evitar malas posturas cuando nos sentamos, frente al ordenador, al dormir o incluso en cualquier actividad habitual.
- Practicar técnicas de relajación o estiramientos en la zona cervical: yoga, relajación, pilates...
- Aplicar calor en la zona.
- Realizar masajes en la zona (a poder ser por profesionales).
- Realizar ejercicios de estiramiento en la zona cervical todos los días y antes de realizar algún movimiento brusco. Estos ejercicios deben hacerse de forma suave, tranquila y lenta.
- Usar collarín para inmovilizar la zona.
Si la tortícolis no se nos va con estos remedios o si está provocada por alguna vértebra dislocada debemos ir a un profesional, un fisioterapeuta u osteópata, para que nos indiquen cuál puede ser la mejor solución.
Tortícolis al nacer
Un tipo de tortícolis que hemos hablado es la congénita o de nacimiento. Suele ser debida a la tensión de un músculo del cuello o a que ese músculo es demasiado corto. Esto provoca una mala posición de la cabeza del feto durante su crecimiento en el útero o una lesión en los músculos o en el suministro sanguíneo hacia el cuello. Este tipo de tortícolis afecta más al lado derecho de los bebes que al izquierdo.
Lo bueno que tiene es que la torticolis muscular congénita es de rápida detección y, salvo excepciones, no hay porque preocuparse ya que se suele resolver de forma muy sencilla, realizando estiramientos y posicionamientos pasivos suaves y a través de la estimulación infantil. En el propio hospital ya indican como hacer estos ejercicios para poder realizarlos una vez obtenido el alta.